miércoles, 26 de febrero de 2014

CINE - "Beatriz Portinari: un documental sobre Aurora Venturini", de A.Massa y F. Krapp: Un personaje seductor y escurridizo

No caben dudas de que cine y literatura mantienen desde siempre un vínculo ambiguo de roces y empujones, de seducción y rechazo. Ambos de algún modo pertenecen a las artes narrativas y ese punto de contacto, esa intimidad, justifica las reacciones posteriores. El documental Beatriz Portinari: un documental sobre Aurora Venturini, dirigido por la dupla integrada por Agustina Massa y Fernando Krapp, expone esa tensión de un modo exquisito a partir de un mecanismo muy simple: poner una cámara frente a la escritora platense Aurora Venturini y esperar a ver qué ocurre. 
Tardíamente reconocida cuando su novela Las primas ganó el Premio de Novela Página/12 en el año 2007, Venturini sin embargo no es una escritora improvisada. Nacida en 1922, docente de carrera, la escritora comenzó a trabajar en Centros de Rehabilitación de Menores en la década de 1940, en donde conoció a Eva Perón. Por esos años su libro de poesía El solitario fue premiado por un jurado que entre otros escritores integraba el mismísimo Borges. Desde entonces hasta el 2007 una sombra cubrió su nombre con la indiferencia, aunque es autora de más de tres decenas de libros publicados, incluyendo cuentos, poesías y novelas. Tal vez la misma indiferencia y la misma sombra que durante años cubrieron también al peronismo, pero que en su caso demoró unos cuantos años más en disiparse.
El título del documental, que fue parte de la Competencia Argentina de la edición número quince del BAFICI, refiere a la famosa musa de Dante Alighieri, Beatriz Portinari, nombre que Venturini utilizó como seudónimo cuando envió su novela al concurso que volvió a iluminar su obra. La película retrata a una mujer tan suspicaz e ingeniosa como desconfiada, dueña de un elegante y agresivo sentido del sarcasmo. Con cándida admiración, los directores retratan a Venturini relatando historias que se suponen reales, pero que bien miradas se parecen más a una gastada. Pero, ¿por qué esta mujer se burlaría de quienes intentan retratarla de un modo amoroso? Tal vez porque Venturini, la Venturini que se ve en pantalla, no sea más que otro de sus extraños personajes, ella misma una creación de su talento retorcido. “Cuando la conocí quedé impresionada por el aura que despliega a su alrededor, una especie de halo de respeto que ella misma rompe con su humor corrosivo”, comenta Massa. “Ella domina la escena, nos tenía a todos absortos... Tiene una personalidad muy magnética, el aura de una estrella de cine negro y una irreverencia insospechada”, reconoce.  

-¿Por qué eligieron a Venturini como personaje? Fernando Krapp:  
-Por sus novelas y por la entrevista que le hizo Liliana Viola cuando Aurora ganó el premio de novela. En la lectura de Las Primas y en esa entrevista había un punto donde las dos cosas se unían. Pensamos en un principio en adaptar Las Primas, pero hubiera sido una tarea para un realizador con recursos y con la mente de David Cronenberg o Lynch. 
-Venturini parece uno de esos seres extraños en el que obra y persona se confunden. ¿De qué modo la película juega con ese híbrido hecho en partes difíciles de mensurar de ficción y realidad?
FK: -La película busca tensionar ese límite entre realidad y ficción. Es un documental sobre el arte de narrar y no sobre la obra de un escritor y la estructura que buscamos para nuestro relato es errática y no cronológica. Aurora está metida en su mundo, y de algún modo al plantarle la cámara delante buscando ver el momento en el que ella crea con sus propios materiales, fue lo que nos obligó a buscar una estructura particular y6 propia.  
-El documental transluce momentos de mutua incomodidad, de ella con la película y de la película con ella. ¿Por qué decidieron hacer explícita esa tensión?
Agustina Massa: -Fue una decisión de montaje, decidimos cortar en esas preguntas para que se desarrollara, en la lógica de la película, el conflicto que tuvo ella con el documental. Pero ella siempre supo que estábamos ahí para filmarla. Por otro lado, creo que hubo un choque generacional que volvió más conflictivo el rodaje. Aurora no entendía muy bien cómo era el proceso de hacer una película, y por más que nosotros le dijéramos que no queríamos hacer un documental tradicional, ella esperaba que llevara menos tiempo. Eso y su edad, y algunas impresiones que tuvo (o que inventó después), hizo que se bajara del proyecto.  
-¿Los condicionó en algún momento trabajar con un personaje que sabe seducir incluso cuando desdeña y que es muy consciente de ello?
FK: -Fue difícil. Nos cambiaba el plan de rodaje a cada rato, nos proponía una cosa, y después pasaba otra. Era muy difícil hacerle pedidos concretos, como que se ubicara en determinado lugar para que el encuadre tuviera una determinada composición), o preguntas directas; nunca te daba una respuesta armada, te contestaba con monosílabos. Aurora fue durante más de veinticinco años profesora de docentes, además de haber trabajado en minoridad y colegios secundarios. Así que caerle a una mujer que dio “órdenes” a sus alumnos durante toda la vida, era difícil hacerle una indicación. Entonces, como le pasó con Haydée y tantas amigas, es capaz de ser tu amigo y al otro día puede convertirte en su peor enemigo.  
-Otra característica fuerte que Venturini ostenta en la película es una facilidad para el absurdo que dificulta la tarea de entender cuando es ella y cuando su personaje. A veces parece que se está burlando de ustedes como directores y, por interpósita persona, de todos los espectadores. Las escenas de la araña y la del poema a Lio Messi son ilustrativas de eso.
AM: Ella es como su literatura, al menos la parte que nosotros pudimos conocer tiene la manera de ser de sus personajes. Gabriela Cabezón Cámara señaló que su figura poética es la hipérbaton. Exagera todo y cuando te cuenta las cosas parece todo inventado, pero de golpe todo eso que parece un delirio fellinesco tiene un anclaje real, como la secuencia que marcás de la Araña. Cuando ella te lo cuenta parece que te estuviera hablando de una tarántula al principio, después decís: “no, me está verseando”, y por último cuando te muestra la arañita aplastada, te das cuenta que todo el relato que armó lo sacó de algún lado. Ella dijo una vez: “Yo hago realismo”. Y desde su propio punto de vista, eso es real. FK: -Por otro lado, cuando dice “que había enfermos en la casa” te das cuenta que debajo de toda esa ficción que arma en el aire, te está contando otra cosa. Puede ser muy exagerada para contar, pero también muy sutil para deslizar cosas de su propia vida.  
-La película no oculta que se trata de una suerte de film inconcluso, en tanto la propia Venturini los echó de su casa a mitad del rodaje y debieron rehacer su plan de película. ¿Qué pasó?
AM: -No lo sabemos. Se enojó. Haydeé, su amiga, cuenta en la película que siempre fueron amigas, pero que de golpe se enojó y que eso la tiene “muy curiosa”. Nos llegaron rumores (en la vida de un escritor más que “hechos” hay “rumores”) que le habíamos dejado la casa sucia, o que no éramos profesionales. Yo creo que simplemente se cansó. No entendió cual era nuestro objetivo o nuestra propuesta estética y nos cerró la puerta en la cara, muy a la Venturini. Después de eso, sentimos una culpa enorme, y hasta ataques de pánico. Intentamos que volviera a abrirnos la puerta, pero no hubo caso, ni con ruegos ni nada. Pero al hablar con conocidos de ella nos dimos cuenta que esa reacción era parte de su personalidad, entonces no teníamos por qué ocultarla sino ponerla en evidencia.
-¿Y cómo resolvieron el problema de filmar una película con un protagonista que se niega a ser parte?
FK: -El camino más fácil hubiera sido entrevistar críticos, académicos, familiares, y armar un relato sobre ella (cosa que empezamos a hacer), pero todo lo que nos decían atentaba contra el material que teníamos de la propia Aurora, porque en definitiva ella quedaba como “una loca linda que escribe”. Y ella es mucho más que eso. En definitiva es cosa muy sabida que los dinosaurios no son solo una materia de la arqueología. 

Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino. 

No hay comentarios.: