miércoles, 20 de septiembre de 2017

CINE - Andy y Bárbara Muschietti, director y productora de "IT": Los argentinos que filmaron a Stephen King

Es sabido que los argentinos somos campeones del mundo, siempre y en todo. Pero si algo le faltaba a ese ego desmedido era que un compatriota triunfara en Hollywood. Bueno, amigos chauvinistas, con el estreno de It, película basada en una de las novelas más populares y exitosas de Stephen King, esa deja de ser una cuenta pendiente. Dirigida por Andy Muschietti y producida por su hermana Bárbara, ambos argentinos, It se convirtió a sólo dos semanas de su estreno en Estados Unidos en uno de los grandes hitos comerciales del cine a nivel mundial en 2017. Y mañana se estrena en Buenos Aires y gran parte del país.
Los Muschietti ya habían dado muestras de que estaban listos para jugar en primera con su trabajo anterior, Mamá (2013), una película nivel Hollywood pero con un armado de cine independiente que resultó un éxito de público y tuvo muy buena recepción crítica. La confirmación llegó cuatro años después cuando la compañía New Line Cinema los contrató para adaptar el libro de King. Pero aunque todo parece calculado como en un cuento perfecto, la realidad es que el desembarco en la Meca del cine tuvo algo de azaroso. “Hace poco vi un documental donde Brian De Palma dice que la gente cree que los directores tienen una idea clarísima de cómo va a ser su carrera y la verdad es que es casi imposible planificar nada. Hacer una película es un milagro”, dice Bárbara Muschietti ante la consulta de cuál fue el plan maestro que les permitió filmar en los Estados Unidos. “Lo de Hollywood es un sueño. Cuando era chico en mi habitación tenía posters de Mad Max, Estados Alterados, Un fantasma en el paraíso, todas películas que decís ‘¡Qué bueno estaría hacer una película así!’”, agrega su hermano Andy. “Y también me robaba el cassette de Annie”, lo interrumpe entre risas su hermana. “Es cierto, pero de Annie no me animé a poner el poster”, admite Andy.

–¿Entonces cómo llegaron hasta la posibilidad de filmar una producción tan importante como esta?
AM: –Para hablar de eso hay que empezar por Stephen King y nuestro primer contacto con sus libros. Yo leí It a los 14 años, pero ya era un poco fanático tras haber leído Cementerio de animales, y medio que se convirtió en una adicción. A la historia de It la llevo en el corazón desde entonces y cuando el proyecto empezó a salir a la superficie, enseguida me entusiasmé y pensé que iba a ser una gran película.
BM: –Desde ese momento yo empecé a seguir de cerca la evolución del proyecto y cuando me di cuenta de que era probable que se abriera una posibilidad, comencé a hacer los contactos. Por suerte ya teníamos una relación con New Line y ellos también estaban pensando en nosotros para dirigirla y producirla. Así que, bueno… Alcoyana alcoyana (risas). Andy preparó un pitch en cuatro días y les encantó.
AM: –Tenía todo escrito en servilletas, así que la reunión fue interesante, una especie de prueba de fuego. Fui con todas mis notas y estuvo bueno, aunque al principio fue tenso porque abrí el cuaderno y se me caían papelitos por todos lados. Pero ordené todo, conté mi visión y por suerte les gustó.  
–Este proyecto es diferente a todo lo que hicieron antes porque se trata de un trabajo ajeno, un guion de otros. ¿Les dieron libertad para modificarlo?
AM: –Absolutamente. Lo primero que recibimos fue ese guión pero sin ninguna pretensión de que lo siguiéramos, ni que lo aceptáramos. Había cosas en él que me parecían interesantes, cosas de los personajes y de la historia, pero la verdad que no tenía nada que ver con mi experiencia emocional cuando leí la novela. Eso hizo que fuera bastante fácil identificar esos cambios. Yo quería rescatar la esencia del libro aún más de lo que se veía en el guion, así que fue como empezar de cero, pero aprovechando los aciertos.
BM: – En la primera conversación se nos aclaró que la calificación de la película sería R (prohibida para menores de 16) y que podíamos empezar de cero. No había elenco ni nos impusieron condiciones.  
–Pero quienes más están deseando ver la película son adolescentes que con esta calificación se van a quedar afuera del cine. ¿Eso no es un problema?
AM: –Es verdad, pero como te dije nuestra gran preocupación, y también la del estudio, era respetar la esencia de la novela. Además la oportunidad de hacer esta película en otras condiciones ya existió, porque la novela se filmó en 1990 como serie de televisión donde los detalles más violentos e intensos quedaron afuera. El libro está lleno de violencia, de temas adultos, y hacer otra versión lavada no era negocio para nadie.
BM: –Además ponele que hacés otra versión lavada, prohibida para menores de 13. Igual después puede pasar que la terminen calificando con R y entonces otra vez se desaprovecharía la oportunidad de hacer una película que represente más fielmente la intensidad del libro  
–Uno de los temas de fondo de la historia es el de la desaparición de las personas, que además es un miedo bastante vigente en todo el mundo a partir de, por ejemplo, las redes de trata. ¿Cuál fue tu óptica para abordar el asunto?
AM: –Es que ese no fue el punto desde el que decidí conectarme con el tema de la desaparición, que es apenas lo que dispara la historia. Para mí hay algo mucho más potente que es la desaparición de la infancia. Ese es el tema del libro: la infancia como un mundo de magia e imaginación que se muere y todo lo que no es ser niño atenta contra la niñez. Por eso los adultos son una extensión del mal. It es una parábola sobre el fin de la inocencia.  
–Además el miedo en estos chicos está conectado con la culpa. No sólo en el caso evidente del protagonista, sino en el de Beverly, la única chica del grupo que vive situaciones de abuso por parte de su padre y en ella aparece la típica culpa del chico abusado que no entiende y se siente responsable.
AM: –Cierto. Ese además es el personaje que demuestra más fortaleza, porque es la primera que intenta tomar el control de la situación. Pero en ella hay otra cosa que pasa con las víctimas del abuso, que es el rumor: todos dicen que es una chica fácil, incluso los loosers tienen esa percepción de ella. Y eso es muy duro aunque a veces se lo filtre con el humor. Yo no quería que Beverly estuviera tan victimizada como en el libro, ni que fuera un personaje pasivo.
–En ese sentido es un modelo más moderno de lo femenino.
AM: –Se puede decir que sí, por eso quise traerla a un lugar casi de liderazgo. Por eso los chicos se fascinan con ella, porque no sólo es una chica sino que los atrae su valentía.
BM: –Ese es el primer compás moral de la película. Ella es la que decide que hay que ayudar al chico negro cuando se da cuenta que está siendo atacado. Es ella la que sabe qué es el bien y es por eso que los chicos la siguen.
-Incluso cinematográficamente el personaje de Beverly es moderno y forma parte de una ola de heroínas y mujeres fuertes que lideran sus películas.
AM-En el libro Stephen King hacía un retrato de su infancia en los ’50, donde todo era un desastre. No había igualdad de géneros ni de ningún tipo. E incluso la retrata a Beverly casi como un chico, muy masculina, aunque también le encuentra el atractivo. Pero sin dudas en mi adaptación, tal vez hasta de forma inconscientemente, hay una renovación de esos valores.

Artìculo publicado originalmente en la secciòn Espectàculos de Pàgina/12.

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